viernes, 27 de julio de 2007

Es solo una ficción, es solo una ficción!!! (but i like it)

A último momento cae reserva de Air Tokyo. Confirmado, la aerolínea asegura que la reserva ha sido cancelada por el usuario. Al parecer el autor de Madre o Selva seguiría en el país, pero aún no ha hecho declaraciones. Los críticos roleros están divididos, pero la mayoría aseguró que el autor hizo lo que quiso con las reglas de los juegos de rol. El facha Tronconi fue el único de los actores que habló ante la prensa. Lo primero que dijo fue: ¡Que bueno verlos! Pasen, pasen. Cerró la puerta del camarín y se prendió un pucho. Lo segundo que dijo fue: ¿Ya vieron Pelota Paleta?

Luego, al ser consultado sobre el paradero del autor de Madre o Selva, dijo: ¿Depende que entendamos por autor? Pero si se refiere al facha de Almeida, no hay nada de que preocuparse. Son solo rumores, el facha está bien, está en su casa, hablé con él por teléfono y me dijo que todo anda de maravilla, que los roleros son amigables. Lo único raro que le noté era que repetía a cada rato “Es sólo una ficción, es sólo una ficción” pero él a veces tiene esas cosas. Pero en fin, no puede decir que no le avisé. Más de una vez le dije que a lo roleros no le iba a gustar, que a los roleros no le iba a gustar, pero bue…

Reportero: ¿Son verdad los rumores que dicen que usted es el verdadero autor de Madre o Selva?

Tronconi: Por supuesto que no. Solo ayudé con la dirección. ¿Quién puede pensar una cosa así?

Reportero: Más de uno, hasta se dice que Ezequiel Tronconi y Ezequiel de Almeida son la misma persona.

Tronconi: Eso es muy fácil de refutar. Fíjese en Alternativa Teatral aparecemos en páginas diferentes.

Reportero: ¿A qué se debe el éxito profesional por el que está pasando en este momento?

Tronconi: Se debe a la buena onda. Soy feliz haciendo lo que hago

Reportero: Eso es muy modesto de su parte

Tronconi: ¿Sí?

Reportero: Sí, pensé que me iba decir que era por el talento o por el sacrificio.

Tronconi: El sacrificio es inherente al teatro y del talento yo no hablo, para eso están ustedes.

Reportero: ¿Por qué le dicen el Facha Tronconi?

Tronconi: ¿Cómo por qué? ¿Te parece que no tengo facha?

Reportero: No, al contrario, faltaba más. Era solo una pregunta.

Tronconi: Es un apodo. Me lo puso el facha de Almeida.

Reportero: ¿Y a el quien se lo puso?

Tronconi: Yo

Reportero: Ah

Tronconi: ¿No está sonando medio gay todo esto?

Reportero: Tenés razón. Corten.

viernes, 20 de julio de 2007

Tercera, vencida

Grupo organizado de jugadores de rol, asiste a obra de teatro under de temática rolera. Hay muchas expectativas de los medios locales por este encuentro inédito. El cartel en el teatro lo dice todo "Localidades agotadas" Los fanáticos roleros esperan verse reflejados, se sospecha q con algo de recelo y no es para menos. Asimismo hay rumores que afirman que el autor de la obra tendría hecha una reserva de avión destino Tokio, por si las moscas. En los camarines el aire se corta con una daga. Sólo Nito podría salvarlos en caso de furia, pero Nito siempre se va antes de que termine la obra.

jueves, 12 de julio de 2007

Crítica de la Revista Veintitres







12/07/07 Año 9 Numero 471

Crítica de la obra Madre o Selva

Por Luis Mazas

Verdad o Apariencia

Hallar autores jóvenes, sorprenderlos en su primera jugada de escritura teatral, es una aventura. Descubrir sus productos a medio cuajar, sospecharles un futuro dramatúrgico. A Ezequiel de Almeida le cabe el sayo con su opus uno, presunto inicio de un teatro de “verdad o apariencia” que roza la ficción cotidiana. Por la huella de Spregelburd sale a la busca de lo que se dice y cómo se lo dice. Madre o Selva da una vuelta de tuerca sobre la ética y estética de los juegos de rol y los videogames. Nuevos códigos de la subcultura urbana, la evacion alucinante de la droga, la virtualidad del chateo. De Almeida propone en su puesta un intento de minimalismo expresivo; como director pide un crudo despojamiento, acercarse a una zona de no actuación. En forma y contenido Madre o Selva gana su desafío a favor de la experimentación. Plausible su osadía de intentar un abordaje elusivo a la incomunicación esencial del hombre inmediato y su paradoja existencial.

L.M



lunes, 2 de julio de 2007

Madre o Selva (Info)





ESTRENO 07.07.07

MADRE O SELVA podría haber sido una historia de terror pero es un juego.

Un juego donde las reglas no están del todo claras y cada uno encarna el rol que más le conviene. Un rol distinto al de todos los días, para dejar de tartamudear.

¿Dale que éramos valientes? Eso son los Juegos de Rol, la versión adulta de los juegos de imaginación que juegan los niños, como "Policías y ladrones", "Mamá y papá", "Indios y vaqueros" o “Médico y paciente”

Es una historia de caretas, de ficciones cotidianas para nombrar lo innombrable, lo incómodo. Así, como los antiguos crearon mitos y religiones, como un saneamiento.

Madre o selva no es una dicotomía. Es ella y ella.

Es una historia de personas que construyen ficciones como sustituto de la realidad. Como alguien construye un amigo invisible o se hace una cirugía plástica. Como creer en espíritus, cábalas y adivinos. Aquí nadie se pasa el salero de mano en mano. Aquí se tiran dados para invocar a dios o al diablo. Aquí se avisa: señora, nada de esto es real.




M . O . S



Marité Molas
Norma

Agustina Quinci

Sabri

Eduardo Iacono
Ernesto

Martín Soler
Lucas

Ezequiel Tronconi
Ezequiel

Ezequiel de Almeida
Seba


M . O . S


Banda de Sonido: Escalera Caracol

Escenografía: María Victoria Besonias

Colaboración en Dirección: Ezequiel Tronconi

Asistencia de Dirección: Cumelen Sanz

Dramaturgia y Dirección: Ezequiel de Almeida


Prensa: Daniel Falcone 4829-2543 / 15 5061-5879


SABADOS 21HS.


TEATRO LA HUELLA

MEDRANO 535


RESERVAS AL 4865-4167

madreoselva@yahoo.com.ar

Personajes




FOTOS: Henriquez & Exequias

Palabras del Autor

Para escribir MADRE O SELVA tuve que investigar acerca de los Juegos de Rol que yo había jugado en pocas ocasiones cuando era chico pero no lo suficiente para darme una idea más completa de este fenómeno que cuenta con millones de fans en todo el mundo. Investigué en internet, visité clubes de Rol y, por supuesto, volví a jugarlos. Volví a blandir un sable corvo, a llevar un escudo y una cota de malla, volví a descifrar runas y a realizar sortilegios. Volví a recibir heridas de muerte y padecer los efectos del veneno más insospechado, volví a tener poderes mágicos, volví a matar y tantas otras cosas que no puedo hacer en el mundo real.

Lo primero que me interesó del mundo de los Juegos de Rol era el grado de pasión y vehemencia con el que los jugadores encarnaban a sus personajes, el grado de verdad con el que padecían las desventuras y las hazañas de sus personajes. Vi personas llorar, vi personas con ataques de felicidad, vi personas amar en nombre de sus personajes.

Vi el poder de la interpretación vivencial sin ayuda de vestuarios, ni decorados, ni de ensayo o preparación alguna. Vi grandes actuaciones que no iban dirigidas a ningún espectador.

Y todo eso sin levantarse del tablón con caballetes que oficiaba de mesa. Vi un diálogo entre un enano y un semidios mientras el enano mandaba un mensajito de texto por celular, vaya a saber a quién…

Los jugadores iban de la realidad a la ficción con suma naturalidad pero el límite entre una y otra no era claro. Eran más bien las dos cosas a la vez. No había cuestionamientos en ese sentido, de hecho no había cuestionamiento alguno referido a la manera de interpretar bien o mal un personaje, y acaso por eso era tan interesante de mirar.

Se los veía tan felices creyéndose valientes guerreros, sabios magos o elfos inmortales. Me pareció que disfrutaban al máximo de todo eso que no podían ser en la vida.

Luego vi un documental pedorro sobre los Juegos de Rol donde un psicologo X decía que al ser un juego en el que cada uno interpreta un personaje, en la mayoría de los casos el personaje encarnado es una proyección de ciertos aspectos reprimidos en el jugador.

En fin, la cuestión es que desde el principio me pareció que los juegos de rol eran un mundo sumamente interesante de representar. Que daba pie a las situaciones mas disparatadas. Me pareció un terreno fértil para lo tragicómico. Un espacio flexible, ilimitado. Planteaba la ficción dentro de la ficción, pero una ficción atravesada por la realidad.

Ese mundo de límites difusos fue lo que me interesó representar.

Y escribí la historia de un padre con sus dos hijos que utilizan los juegos de rol como excusa para acercarse a las mujeres. Personajes que utilizan la ficción para conseguir algo en la vida real. Otra vez se me mezclaba la ficción con la realidad ¡Qué bien! Y a partir de ahí esa mezcla incierta entre realidad y ficción comenzó a parecer a diferentes escalas: La idea de la ficción como sustituto placentero de realidad.

En uno de los clubes de rol que visité había un tartamudo, un adolescente regordete y nervioso que automáticamente dejaba de tartamudear cuando representaba a su personaje. Pensé en invitarlo a que actúe en Madre o Selva, pero al final no lo hice.


Ezequiel del Almeida, Buenos Aires, Argentina