martes, 30 de septiembre de 2008
viernes, 5 de septiembre de 2008
lunes, 25 de agosto de 2008
Paulita o Lionel ¿qué más da?
Hablar de “Madre o selva” con justicia es un problema. Pero creo que el principio estriba en intentar la informalidad a la cual la misma obra convoca.
No me gusta hablar de ficción y realidad. A veces resulta estanco. Me parece más acertado pensar en una “realidad” con pliegues. Un vómito de coordenadas con varios posibles, un pequeño aleph. Tampoco me gusta el mito de lo innombrable. No es cierto que “Madre o Selva” no se pueda describir . Pero valen los garabatos y los trazos de colores, pues si hay algo por lo que brilla “Madre o selva” es por un cocoliche descabellado. En fin: ¿Podría describirse como un laberinto? Más bien me recuerda a esos parques de agua con toboganes, en donde los brazos acuáticos se cruzan y de repente la caída, el golpe en la geta. Es imposible caer bien parado, y la maya siempre se corre de su lugar. Y algo de eso tiene “Madre o selva”. Mal educada en un punto. Con un humor impertinente. Cabalgando lo burdo (nótese: cabalgar) sin caer en lo superficial. Entonces hay personajitos que entran y salen (y perdón por incurrir en la criminología de los diminutivos, pero es imposible no querer pellizcarles los cachetes), que parados uno al lado del otro no hacen más que “descombinar”. Y en ese kitch simpático en donde de repente la colegiala y Wally, es difícil no mirar la situación con un extrañamiento erótico. En el sentido de que una sonrisa estúpida acompaña al visitante en todo el recorrido, generándole una expectativa despótica por lo inesperado, y sigo desglosando la cuestión: inesperado en el sentido de que a veces la estupidez y lo cotidiano cobran tal magnitud de exposición que uno no puede más que reír resignadamente, alegre de estar en la butaca. Climas raros. Vínculos problemáticos. Si tengo que ser técnica debo referirme a la precariedad de la puesta: una tábula rasa para el despliegue de ese imaginario, a las buenas actuaciones, a la utilización acertada y eficaz de la música (de la banda “Escalera caracol”) pero sobretodo a una dramaturgia innovadora. Es difícil dar con una búsqueda auténtica. Puesto que los temas ya están barajados y ante la apremiante odisea de hallar nuevas formas de contar, “Madre o selva” abre un intersticio de novedad, y eso es fabuloso.
Olvidé mencionar la droga, que es uno de los motivos centrales. Qué más da… Madre o selva: un turismo que vale la pena .
Si no se entendió nada de todos modos se puede ir a la fiesta. Ahí no hay nada que entender y además hay tiempo para sacarse la maya del culo
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Crítica de Sebastian Dichiera
www.geoteatral.com.ar
Critica de la primer obra de Ezequiel de Almeida. Interpretada por Marité Molas, Agustina Quinci, Eduardo Iacono, Ezequiel Tronconi, Martin Soler y de Almeida.
¿Como se empieza a hablar de una obra como Madre o Selva? Quien la haya visto, se dará cuenta que no se puede contar (como diría Kartun) ´el cuentito´ porque la historia es simple, o puede parecerlo a primera vista, pero la construcción, las aristas y curvas que tiene la obra, hacen que nada parezca ser lo que aparenta… exactamente eso, se podría decir que la obra es un juego de apariencias. Los seis personajes de la obra, tienen una cosa en común: el juego de rol.
5 personas ¿o seis? (dos hermanos y su padre, por un lado, por el otro, una tía y su sobrina) se juntan en una casa para jugar al rol. Ahí nadie es quien era, durante el juego, todos son otros, como los niños cuando juegan, estas 5 personas dejan de ser quienes eran, para transformase en otros seres, en otras personas, pero lo que pase en esa realidad otra, es verdad.
Mas no se podría hablar, seria debelar algunos elementos de la obra, y por otra parte seria demasiado complicado (además, de correr el riesgo que no se entienda) La obra no es una obra de texto, lo mas importante en este espectáculo no es lo que se dice, sino lo que pasa, y lo que no se dice, lo que no se explicita.
La obra no esta pensada para espectadores que pasivos, cualquiera que quiera ver un espectáculo donde se le sirva todo en una bandeja abstenerse, Madre o selva, deja muchos puntos incompletos, muchos lugares sin definir, los cuales obliga al espectador a usar su imaginación para completar esos lugares, una vez finalizada la obra, el espectador seguirá pensando en la obra, en lo que paso, en lo que no paso, en la realidad, en la otra realidad ¿en que estaban hablando? ¿Qué es lo que pasaba realmente? ¿Qué fue real? ¿Qué es lo real? ¿Quién es willy? Son algunas de las preguntas que uno se puede hacer al terminar la obra, y eso es lo interesante, son pocos los espectáculos que dejen al espectador con preguntas en la cabeza, la mayoría de los espectáculos termina la función y el espectador se va(tal vez un poco modificado) pero como fue al teatro, este espectáculo obliga al espectador a seguir con la cabeza en la obra, a completar lo incompleto, y no es que esos espacios incompletos sean por una mala dramaturgia o dirección, porque no se supo que poner… al contrario, en mi opinión, es una decisión para que el propio espectador arme su juego, inserte las distintas piezas que le fueron dadas a lo largo de la obra, y arme su propio rompecabezas.
La obra es muy interesante, con muchos momentos de humor (no gags, sino situaciones humorísticas, con un humor – si se lo quiere definir - ´absudrdo´) las situaciones no son para entenderlas ´cientificamente´ hay que entregarse a la obra, si uno lo hace, el placer es garantizado.
La dirección y dramaturgia cuenta a cargo de Ezequiel de Almeida, siendo este su primer montaje, en este sentido se nota que es una primera puesta: hay momentos donde el ritmo cae (los numerosos apagones entre escena y escena, que son demasiados largos, no ayudan) pero fuera de esto, se ve un gran trabajo – mas si se piensa que es su primer obra. Las actuaciones son homogéneas, y Almeida, supo ponerlas en un limite donde todo parece ser coloquial… aunque no lo es, si se hubiese optado por llevar las actuaciones a un lugar mas cómico, o de una actuación que explicite, seguramente la obra hubiese perdido el encanto, que tiene. Por esto, es muy bueno el nivel actoral, todo parece suceder naturalmente, todo esta en un clima de naturalidad tal, que el espectador al ver algunas situaciones – nada comunes – es donde esa antitesis, gana, entretiene y convoca.
Madre o selva, es un muy buen trabajo, y un debut más que auspicioso para este joven director.
Sebastian Dichiera
martes, 30 de octubre de 2007
08/11 FIESTA DE CIERRE DE TEMPORADA
por eso el JUEVES 08/11 hacemos la FIESTA de cierre de temporada.
A partir de las 23hs en RODRIGUEZ PEÑA 1074 (frente a la galería Bond Street)
Y para los que la pidieron
toca ESCALERA CARACOL incluyendo los temas de Madre o Selva y todos los demás.
Y además, según nos dijeron los chicos de la banda, se venderán algunas copias de su nuevo disco "Miscelaneas" que todavía no está a la venta.
Y por supuesto
Nuestro DJ de la casa Martin Soler nos hará delirar con su power-electro-rock-deforme
Entrada $8
domingo, 28 de octubre de 2007
Crítica en La Nación
Sábado 27 de octubre de 2007 | Publicado en la Edición impresa
Una espiral que desafía a los espectadores
No es fácil adentrarse en esta obra en la que lo absurdo se asocia con lo cotidiano y las diversas situaciones del hombre están dadas a través de un juego, por momentos caótico, del que surgen la hipocresía, la maldad, la mentira y lo más oculto del alma. Seis personajes -cuatro hombres y dos mujeres- transitan por diversas etapas en las que hay que descubrir lo que cada uno de ellos piensa del otro en un "puzzle" que cuesta armar para acercarse a los propósitos del autor.
La sala de una vieja casona del barrio de Almagro sirve de escenario para seguir los rastros de esos seres que encaran los roles que más le convienen, y así se van descubriendo de qué manera se construyen ficciones como sustituto de la realidad. Como director, Ezequiel de Almeida no necesitó nada más que un espacio casi despojado de elementos escenográficos -sólo una mesa, sillas, un maniquí y una computadora están a la vista del público- para insertarse en ese ir y venir de sus personajes que cambian de caretas a través de diálogos y de movimientos siempre dispuestos a sorprender y a manifestar el interior de sus personalidades.
La puesta en escena precisaba, para poder franquear la barrera de esta obra carente de una historia realista, de un clima que oscilara entre lo dramático y lo cómico, y Ezequiel de Almeida pudo sortear con soltura este elemento y dotar a su texto de la ambigüedad necesaria para mostrar a sus criaturas en diversos momentos en los que cada uno de ellos trata de ser el otro en torno de una espiral que habla de las envidias y de los deseos que los llevan a intercalar sus personalidades a partir de ese juego del que sobresalen casi todas las miserias en las que las partidas de dados son propicias para invocar a Dios o al diablo.
Un director sagaz
Seguramente, los espectadores se asombren en los primeros minutos de la pieza y les cueste bastante asociarse con lo que ocurre en el escenario, pero si logran esto no tardarán en comprender que Madre o selva se sustenta sobre la base de una idea original que retrata con angustia la existencia de los seres humanos en una búsqueda permanente de dejar de ser ellos mismos para transformarse en otros, que también buscan distintos rumbos que les trazó el destino.
El elenco respondió con calidad al desafío que les brindaba un texto tan cerrado en su propuesta, lo que permitió que la pieza avance en su propósito de mostrar desde el dolor más agudo hasta la sonrisa más complaciente. No menos acertada es la puesta de luces, y con estos elementos a su favor, la obra da paso a la discusión, al aplauso o a la negación de su valor. Sin duda, en su triple condición de escritor, director y actor, Ezequiel de Almeida se atrevió a concebir un tema que duele si se lo observa con atención y puede llegar a la incomprensión si se lo juzga con ojos poco avizores. Pero lo importante de lo que ocurre en el escenario es, sin duda, un desafío que no debe pasar inadvertido.
Adolfo C. Martínez
viernes, 26 de octubre de 2007
Cítica de Monica Berman
Publicado el jueves 25 de octubre en www.criticateatral.com.ar
por Mónica Berman.
La dificultad de establecer límites
Interesante propuesta de Ezequiel de Almeida
Empecemos por algún lado, claro, si es que se puede. De los juegos de rol, apenas si había escuchado hablar, así que ni soñar con entender, ¿un porro? ni siquiera un cigarrillo común, militante en contra y además, abstemia.
Ahora sí, lo puedo decir, sin ninguna clase de lugar de identificación, Madre o Selva es una propuesta preciosa igual.
Porque la puesta de Ezequiel de Almeida no se queda en el simple nivel del argumento, si fuera así podría resumirse en dos renglones o en varias páginas, lo que ya es un problema, es decir, si doy cuenta del relato, de la serie de acciones puedo decir “Juegan” pero si desarrollo el juego, si me decido a dar cuenta del discurso, ahí te quiero ver.
Al principio parece que te están tomando el pelo, pero cuando se sintoniza el registro la cuestión cambia de manera notable.
Uno podría decir qué cosas no hay que ver en Madre o Selva, por ejemplo, está prohibido decir “Mirá pobrecitos la vida que llevan estos chicos, son unos perdidos” e inmediatamente después “Y con el padre que tienen ¿qué querés?” También debería eludirse cualquier comentario en relación con los procesos represivos del inconsciente, matar al padre o equivalente.
Porque es madre o selva, “madreselva” no me sirve. La búsqueda de un juego con reglas precisas, pero el otro actúa y las reglas se desestabilizan.
La primera impresión es que la puesta es desprolija, como si tuviera las piezas sueltas o mal encastradas, a medida que avanza uno entiende (no que las piezas van a armar un precioso rompecabezas figurativo) que no va a haber ninguna totalidad a construir (no hay ni un pasado completo, hoy fragmentado, ni un futuro con vistas a armarse). Es así. Punto.
Uno de los lugares donde puede encontrarse una ¿clave? es en relación con la actuación. Porque actúan de manera doble, como personas del mundo y como participantes de los juegos de rol y allí es necesario marcar las diferencias. ¿Cómo construir en un mismo universo dos personajes con límites poco precisos? ¿En qué momento dejás de ser del mundo ¿real? para ser personaje de un juego? ¿Cuál es la diferencia entre un personaje de “relleno” visible o invisible desde el que interactúa con él (Wally o el cantinero)?
Los datos temáticos (el rol, la droga, la conectividad obsesiva) probablemente no sean otra cosa que el lugar de anclaje de una cuestión que atraviesa todo nuestro universo pero que allí se intensifica, la dificultad de establecer límites entre ¿qué? ¿qué nombre ponerle? ¿madre o selva? ¿real- irreal? ¿será un par de opuestos? Parece que no.
Mónica Berman
jueves, 18 de octubre de 2007
Crítica de Soledad Suarez
Crítica a Madre o Selva
por Soledad Suarez
Digamos que si algo se aleja mucho -pero mucho- de lo que sigue, es la torpe ansiedad obsesiva de nombrar, por fin por fin, la totalidad. Qué es madre o selva.
Y - que quede claro, es importante-: se aleja ella, no yo.
La muy obscena –morbosa, sí, toda ella- se niega rotunda y burlonamente a la ofensa quirúrgica de la clasificación al detalle. Con clausuras no jodamos, gente. No le caben y uno… bueno, uno simplemente se acostumbra.
Balbuceo, entonces. Sí así viene la mano, habrá que ver qué onda.
Hay algo de auténtico destiempo en casi todo lo que pasa. Ahí, sonriendo estúpidamente. O cruzando las piernas tibias con demasiada frecuencia, casi con excesiva inquietud. Ahí, mirando, quiero decir. Y también después. Ahora mismo. Todo lo que está cerca de madre o selva tiene un dejo de hermosa inexactitud.
Podría ponerlo así: en cada escena lo que pasa y lo que casi-pasa se buscan promiscuamente, todo el tiempo. Y ahí, en la grieta, se empieza a encontrar un placer perverso en la impureza, en el casi, en esa especie de vapor inconcluso que poco a poco comienza a ser muchísimo mejor que cualquier bienestar acabado. Se te escapa, cada vez, justo cuando crees encontrarla resbala y no, por ahí no era, vuelta a empezar y volver a perderla.
Puedo decir, también, muchísimo menos: es como si les importaras un carajo, a todos. A los actores, a cada puta línea del texto. Lo que pasa ahí podría no pasar. Madre o selva podría no ser. Y sin embargo justamente ahí, en eso que tiene muy poco de necesario, las cosas pasan y son muchas y van a pasar estés o no estés, te guste o no (claro que si no estas no pasan, imagino que no hay obra sin espectador y toda la bola, los muchachos laburaron mucho y está muy bien pagar la entrada que lo vale absolutamente, y la mar en coche, pero mucho más allá).
No importa si jugaste rol. No importa si fumaste porro, o si te gusta muchísimo el teatro. No importa mucho tampoco qué mierda está sucediendo. La piba sale del baño y casi que te avisa: esto da un poco de miedo, loco, un miedo erótico, dulce. Un miedo bobo. O no. No da miedo. Da risa. También da risa. Y además te excita un poco. La pibita, pero también todo lo demás. O más aún todo lo demás.
Es la forma que tienen –y son buenos, muy buenos- de decir cada línea del texto, cada parte. Un toque pasada de mambo, o quedándose un poquitito corta. Todos los gestos, todos los movimientos, siempre un poco más allá o más acá de lo que podría esperarse. Como una burla, un guiño, o un dialecto estúpido. Es difícil decir. Y por eso mismo.
martes, 2 de octubre de 2007
RecomendaM.O.S
Al Señor Ezequiel Tronconi se lo puede ver en:
PELOTA PALETA Escrita y dirigida por él mismo.
Domingos 18:30hs Teatro Puerta Roja. Lavalle 3636
A Ezequiel de Almeida en:
BLOQUEO Escrita y dirigida por Rafael Spregelburd
Jueves 21hs Teatro del Pueblo. Av. Roque Sáenz Peña 943
Y ahora sí,
ALGO DE RUIDO HACE de Romina Paula
Excelentes actuaciones. Una historia simple llena de sutilezas. Un vínculo fuerte entre dos hermanos que no esperan la llegada de una prima. Un argumento simple obliga a que esté muy bueno lo que pase. Y lo logran. En fin, queremos conocer a Romina Paula.
Opera prima, como la nuestra. Actores que escriben. Que juegan con los géneros. Y que muestran a flor de piel sus influencias, como si no temieran contarnos quién ha sido el autor que los impulsó a escribir. CI-FI, efectos especiales, magia. Un thriler, un melodrama, buenas actuaciones. Realismo enrarecido. Si Madre o Selva es una obra “a lo spregelburd”, Biónica es “daulteana” Y está muy bien.
ESPIA A UNA MUJER QUE SE MATA de Daniel Veronese
Sin ser fanáticos de Daniel, aplaudimos con toda nuestra fuerza esta obra. Para los que pensábamos que ya no se podía hacer a los grandes clásicos: Un Tio Vanía al pie de la letra pero con la actualidad, la escenografía, la crudeza y la mayoría de los actores de “Mujeres soñaron caballos” Las actuaciones de Fernando Llosa y Osmar Nuñez, son fantásticas. Imperdible, posta.
LA PARANOIA de Rafael Spregelburd (Estreno Oficial: Febrero 2008 en el C.C.C.)
Spregelburd que sabe mezclar géneros ahora mezcla también formatos: Teatro y cine en simultáneo. Una historia muy ingeniosa o muchas historias, como “La Estupidez”, una obra para no pestañar. Apabullante bombardeo de información. CI-FI Bizarra o una disertación sobre “la ficción” La mejor de Spregelburd, prepárense.
A todos nos gusta Daulte, bueno. Y por eso ahora esta de moda criticarlo. AUTOMATICOS nos gustó. CI-FI apocalíptica desde el vamos, sin tapujos, en la misma coctelera que los problemas más simples de un grupo de adolescentes. En un sótano mugriento pasan cosas peligrosas pero pareciera que afuera es aun peor. Para los que no creían que se podía hacer terror en teatro, agárrense: El tren fantasma del italpark, un poroto. Buenas actuaciones, sí, pero Mariana Chaud la descose.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Crítica de una tal Guadalupe
Transcribimos un comentario dejado en este blog (en "Palabras del Autor") que merece ser una ENTRADA con todas las letras, en este afán de buscar críticos de verdad.
Al comienzo creo que nada conseguia emocionarme demasiado, nada que me hiciera despegar de mi realidad, del hecho de saber y pensar, todavia, que "habia ido al teatro"
creo, mas bien, que todo me molestaba bastante
no juego al rol, nunca jugue, apenas se algo de su logica, de sus reglas
la jerga se volvia bastante precisa, exhaustiva
quedaba afuera
no soy hija canchera, ni tengo padre canchero, de esos que pueden drogarse con sus hijos
me drogo
a veces
por sentir diferentes estados de ebriedad, modificar la sensibilidad, la percepcion, la realidad
pero entrar por este lado, por estos lados
me seguia pareciendo debil y asi me mantenia distante, sin querer ni poder vincularme con nada en particular
los actores insistian sin embargo
insistian en evocaciones incongruentes,
relatos de paises, mundos,
lejanos, otros,
algunos desconocidos, otros no
habitaban esos mundos, y de pronto empezaban a encarnarlos vivamente, cada uno el propio, o compartian intermitentemente alguno
habia sensaciones
fuertes
de ensueño
de irrealidad
de realidades multiples, superpuestas, paralelas, a veces vinculadas
cual es la de verdad? cual la de partida?
puede importar, puede ayudar a entender, puede no servir de nada saberlo
y wally fantasma sobrevolando la escena todo el tiempo, solo al final visible
personajes que dialogaban por momentos
mucho mas monologaban, en el marco de una aparente encuentro
desconexion
ausencia de encuentros
cada uno su historia, sus referencias, sus miedos, sus dificultades, su discurso
somos? actuamos? jugamos? donde? en cual de todas estas instancias de realidad?
nos vinculamos? con reglas? con movidas de tablero?
pasa hoy. paso siempre?
pasa actuando, jugando, en sueños, en otros mundos, en este
entonces la sensacion de estar ya sumergida en esa marea, en ese ambiente enrarecido
de sueño, de desmayo, de ebriedad, de juego donde lo real y lo irreal no se distingue ni importa ya distinguirlo
donde todo es disperso, inconexo
absurdo
divertido
pero evocador si se quiere, si se buscan caminos, relaciones
o si se difruta tan solo el pasar, el nadar en esa marea, sin esperar mas
no importaba ya entender las reglas desconocidas del rol, ni pensar en un papa, ni en hijos cancheros, ni si fumaban faso o si hablaban de algun tema de actualidad un poco trillado
importaba dejarse llevar por la cadencia propuesta, imagenes y tambien musica, apagones y repentinas iluminaciones
despues quedarme pensando
me gusto, la pase bien, me lleve cosas
guadalupe.
26 de septiembre de 2007 07:43
martes, 4 de septiembre de 2007
Escalera a la Infamia
Esta foto es de un recital de Escalera Caracol en Malvinas, Provincia de Buenos Aires. En una quinta donde ellos vivían, a la que no dudaron en llamar "Quinta realidad".
La banda de sonido de Madre o Selva fue compuesta íntegramente con música de Escalera Caracol. Bueno, salvo por "Smack my bitch up" de Prodigy q suena en el celu de Sabri. Aunque la pista está modificada por Escalera para q suene tipo ringtone.
La simpatía entre Madre o Selva y Escalera Caracol viene de lejos, se debe a la amistad de los integrantes de uno y otro grupo pero sobre todo a las similitudes estéticas. Ambos grupos bu
scan un producto artístico con mucho margen para la experimentación y con claras influencias psicodélicas. Se lanzan hacia lo irreal y lo raro como si el placer habitara en lo oscuro y tenebroso.
Ambos grupos se atreven a bucear en lo desconocido, en lo errático y sucio, en dialogo constante con lo convencional y lo cristalizado del mundo de la música y el teatro.
Ambos grupos confian en el accidente y el error como motor creador y buscan la ambiguedad y la multiplicidad de sentidos, para el paladar de un espectador dispuesto a flotar en lo irascible.
Madre o Selva y Escalera Caracol son hermanos en el disfrute del humor y lo bizarro, como si estos rasgos fueran inseparables de cualquier forma de arte.
Escalera Caracol hasta el momento tiene 2 discos editados
"Cementerio Not Dead" y "Señora nada de esto es real" (disponibles en un disco que los reúne: “Escalera Caracol en la Quinta Realidad”)
Este disco se consigue gratuito con el eMule.
En estos Momento Escalera Caracol está terminando de grabar su tercer disco "Miscelánea" q estará disponible muy pronto.
Si quieren escuchar temas de la banda hay varios disponibles en su nueva página www.escaleracaracol.com.ar
lunes, 27 de agosto de 2007
Se buscan críticos sin experiencia
Ante la ausencia de críticos, hay espectadores que saben escribir.
Con el feliz agregado de q no son críticos y tienen una mirada menos viciada, más inocente, más directa. Y eso los hace más interesantes de leer.
Y ante la ausencia de diarios y revistas que den espacio al inmenso teatro off de hoy en día, existen los Blogs.
Espacios de expresión y reflexión más pura, más antojadiza que la revista viva, que al igual que casi toda la prensa gráfica del espectaculo, está más ocupada en vender productos y en responder al mainstream que en otra cosa.
Los blogs son lugares de expresión caprichosa al alcance de la mano de cualquier estudiante de letras o periodismo y generalmente esta gente no intenta vender nada y nadie los obliga a hablar bien de Jorge Ginsburg o de Cesar Aira.
Imaginamos un sistema donde internet sea más masiva q el suplemento espectáculos de clarín, donde cada obra de teatro tenga su blog y formen redes con otras obras por empatía de gustos, de esteticas o caprichosamente.
Donde los críticos seamos nosotros mismos, los espectadores q nos gusta escribir y opinar. Donde un crítico sea famoso por lo q escribe no por estar en tal o cual diario.
Imaginamos un sistema teatral donde un elenco no tenga q juntar moneda por moneda para llegar a los más de 1000 pesos q te cobra un agente de prensa para que después (si tenés suerte) vayan 3 críticos a los q les gustan las obras q dan en el teatro san martín y no la tuya. Y entonces te escriben cosas como esta:
Fragmento de una crítica q nos hizo una mujer, q vamos a llamar Belén porque qué más da su nombre verdadero. A Belen, al parecer, no le gustó Madre o Selva porque no se parece a las obras de los antiguos griegos donde [sic] “La finalidad era concientizar al hombre (ya sea a través de la tragedia o la comedia) y recordarle su lugar en el mundo. El teatro era, así, una modalidad más de la educación, tanto ética como moral. Sería bueno que estos objetivos se tomaran en cuenta a la hora de producir el hecho teatral; sobre todo en una ciudad que, como en estos casos, otorga “peligrosamente” la oportunidad de llevar a cabo las más variadas representaciones.”
Ay, querida Belén, no entedemos cómo puede ser peligrosa la variedad!!
Pero en fin, no entendemos casi nada de lo q pensás, como vos no debés haber entendido nada de nuestra obra.
Y en la contracara de Belén está Jimena (O Pandora como firma su blog) Una chica de 18 años estudiante de filosofía y letras de la UBA, que nadie le paga por opinar pero como miles de estudiantes de Filo tiene su Blog y opina.
Pandora vino a ver Madre o Selva el sábado pasado junto con su novio y otros amigos jugadores de rol, atraídos por que en la obra se juega y se habla de los juegos de rol.
Y Pandora esa misma noche tuvo ganas de escribir sobre Madre o Selva en su Blog (a ella si la linkeamos por q vale la pena leerla)
Y lo que más nos gustó de todo lo que escribiste es esto:
En fin, muymuymuy buena.
Gracias Pandora.
Ojalá todas las obras buenas sean merecedoras de tu seguidilla de “muy”.
Volvé cuando quieras. Y escribí sobre lo que quieras q te vamos a leer.
Los críticos viejos q critiquen el teatro viejo
y al teatro nuevo que lo critique Pandora.
M .o. S
PD: A continuación les damos una lista de blogs y paginas de crítica teatral independiente.Si nos olvidamos de alguna avisen.
www.alternativateatral.com
Teatro en la ciudad
www.geoteatral.com.ar
www.criticateatral.com.ar
www.castingportena.com.ar
www.cronicasmoviles.com.ar
www.imaginacionatrapada.com.ar
www.mundoteatral.com.ar
www.elinterpretador.net
www.elorganodewef.spaces.live.com
miércoles, 22 de agosto de 2007
Función Nº 7
jueves, 9 de agosto de 2007
Entrevista Almeida - Tronconi
Fragmento de la entrevista de Gustavo Martinez de “La opinión de la gente”
En un departamento del barrio del Abasto, Ezequiel de Almeida (E.A); director, autor y actor de “Madre o Selva”, junto a Ezequiel Tronconi (E.T); actor, recibieron a La Opinión de la Gente para charlar sobre la reciente obra.
En una fría tarde gris y con el mate como compañero, los protagonistas, distendidos y orgullosos de su proyecto hecho realidad, mostraron a través de sus palabras otra parte de la obra. Los actores de Madre o Selva desde debajo de las tarimas.
E.A. Yo me inclino más por la multiplicidad que me estás planteando. Es algo que pensé en el momento de escribir la obra, sin saber cuál iba a ser el resultado. Esta ambigüedad iba a despertar muchas posturas. Lo que yo más quería era esto, la discusión. A veces me interesa más lo que “flashean” los demás.
E.T: No hacemos teatro desde un tema, ni queremos hablar de un tema en especial. A mi me resulta muy difícil describir sobre que trata la obra. Hay gente que “flashea” y que dice que trata sobre la incomunicación.
E.A: Creo que pasa en todo el teatro de hoy. No es tan fácil decir “esta obra habla sobre la soledad”. Sí, habla sobre la soledad, pero también habla sobre otras cosas.
G.M: Como director ¿Qué es lo que te gustaría provocar en la persona que va a presenciar la obra?
E.A: Tiene que ver con esto que vengo diciendo. En el teatro, hay algo que el director propone, pero inevitablemente es terminado por el espectador. Generalmente lo veo así al teatro, y cuando lo escribí también lo sentía así. Como autor, y supongo que como autor de literatura también, uno sabe que en la cabeza del espectador ya hay mucha información. Entonces lo que tenemos que hacer es poner disparadores. S abemos que si en Argentina decimos “Malvinas”, se abre un mundo enorme de contenidos, de connotaciones. Hay que saber como autor, qué cosas no decirlas porque ya están, ya están en la cabeza del que lo va a ver. Entonces, en esta obra jugué mucho con la idea de tirarle puntas al espectador, para que así complete y diga “ah, sí me están hablando de esto”. Y de pronto, de manera natural, trato de desviar. Te creíste que era esto, pero no, puede ser otra cosa. Hay algo de defraudar al espectador, pero quizá no es la palabra justa. Por suerte no esta pasando tanto, pensé que iba a ser más tediosa de ver la obra. Finalmente no lo fue, se vio como algo más divertida. Utilice como mecanismo esto de mandar al espectador por un atajo, que es mas bien un camino sin salida...
E.T: Engañar, más que defraudar seria la palabra. Se cree una cosa y después es otra.
(...)
E.A: Escalera Caracol es una banda que me gusta mucho, mi hermano más chico es uno de los integrantes. A la banda la tengo muy escuchada y ya de entrada había cosas que me interesaban de ellos. Las primeras cosas que aparecieron fueron el tema del principio de la obra, que es cuando nosotros tratamos de revivir a “Sabri”. Ya cuando lo estaba escribiendo sabia donde iba a ir el tema, está muy vinculado con la obra. La mayoría de los temas eran de ellos y cuajaban perfectamente. Pero después me junte con los chicos para hacer muchos sonidos y arreglos, partes más instrumentales.
(...)
G.M: ¿Ya tienen pactado la cantidad de funciones que se van a estar presentando en el teatro “La Huella”?
E.A: No del todo claro. Si todo sigue bien, hasta fin de año.
G.M: ¿Y que va a pasar después de Madre o Selva?
E.T: Siempre hay proyectos, él (por de Almeida) está escribiendo una película, yo estoy con otras cosas. Siempre queriendo generar proyectos.
G.M: Sacándolos de nuevo de la obra. ¿Qué es lo que hacen de sus vidas?
E.A: Hacemos casting de publicidad, de cine. Damos clases juntos (con Tronconi). Trabajo como director de casting para una productora. Y el jueves 9 de agosto estreno “Bloqueo” Escrita y dirigida por Rafael Spregelburd, en el Teatro del Pueblo.
E.T: Yo estoy con una obra que se llama “Pelota paleta” (domingos 18.30 en Puerta Roja) que la escribí yo y también actúo. El (por de Almeida) me ayudó a mí en la dirección y yo lo ayudé a él con su obra.
E.A: él, al tener un personaje chico, me ayudó con la dirección de Madre o Selva. Por eso le di ese personaje.
E.T: también estoy ensayando otra obra mía para el año que viene. Y haciendo también publicidad, cine. Hicimos una película juntos que se llama “Pollo Gira” que actuamos nosotros dos que hacemos de amigos y espero que se pueda estrenar pronto. Trabajamos como actores, no hacemos otra cosa.
La entrevista completa AQUI
NOTA: Jajaj Tronco tus siglas me hacen acordar a alguien.
viernes, 27 de julio de 2007
Es solo una ficción, es solo una ficción!!! (but i like it)
Luego, al ser consultado sobre el paradero del autor de Madre o Selva, dijo: ¿Depende que entendamos por autor? Pero si se refiere al facha de Almeida, no hay nada de que preocuparse. Son solo rumores, el facha está bien, está en su casa, hablé con él por teléfono y me dijo que todo anda de maravilla, que los roleros son amigables. Lo único raro que le noté era que repetía a cada rato “Es sólo una ficción, es sólo una ficción” pero él a veces tiene esas cosas. Pero en fin, no puede decir que no le avisé. Más de una vez le dije que a lo roleros no le iba a gustar, que a los roleros no le iba a gustar, pero bue…
Reportero: ¿Son verdad los rumores que dicen que usted es el verdadero autor de Madre o Selva?
Tronconi: Por supuesto que no. Solo ayudé con la dirección. ¿Quién puede pensar una cosa así?
Reportero: Más de uno, hasta se dice que Ezequiel Tronconi y Ezequiel de Almeida son la misma persona.
Tronconi: Eso es muy fácil de refutar. Fíjese en Alternativa Teatral aparecemos en páginas diferentes.
Reportero: ¿A qué se debe el éxito profesional por el que está pasando en este momento?
Tronconi: Se debe a la buena onda. Soy feliz haciendo lo que hago
Reportero: Eso es muy modesto de su parte
Tronconi: ¿Sí?
Reportero: Sí, pensé que me iba decir que era por el talento o por el sacrificio.
Tronconi: El sacrificio es inherente al teatro y del talento yo no hablo, para eso están ustedes.
Reportero: ¿Por qué le dicen el Facha Tronconi?
Tronconi: ¿Cómo por qué? ¿Te parece que no tengo facha?
Reportero: No, al contrario, faltaba más. Era solo una pregunta.
Tronconi: Es un apodo. Me lo puso el facha de Almeida.
Reportero: ¿Y a el quien se lo puso?
Tronconi: Yo
Reportero: Ah
Tronconi: ¿No está sonando medio gay todo esto?
Reportero: Tenés razón. Corten.